La respiración es una función vital que damos por hecho, pero ¿sabías que respirar por la boca puede tener consecuencias negativas importantes para nuestra salud? Como odontóloga especializada en odontología biológica y en Rehabilitación Masticatoria-Respiratoria (RMR), he visto a muchos pacientes que, sin saberlo, padecen problemas de respiración oral. Este tipo de respiración, afecta a adultos y niños por igual, y puede influir en la postura, la salud bucodental e, incluso, en el rendimiento diario.
Este artículo está pensado para ayudarte a comprender qué es la respiración oral, por qué ocurre y qué soluciones existen desde un enfoque holístico para mejorar tu calidad de vida.
Diferencias entre respiración nasal y oral
La respiración nasal y la respiración oral son dos formas de llevar oxígeno a nuestro organismo, pero la forma en que afectan a nuestro cuerpo es muy diferente.
- Respiración nasal: La nariz actúa como un filtro natural que humidifica, calienta y purifica el aire antes de que entre a los pulmones. Además, la respiración nasal ayuda a la producción de óxido nítrico, un compuesto que favorece la vasodilatación y mejora la absorción de oxígeno, esencial para el correcto funcionamiento de los órganos y tejidos.
- Respiración oral: Cuando respiramos por la boca, el aire entra sin ningún tipo de filtrado ni humidificación, lo que puede irritar las vías respiratorias y hacer que se sequen. Esto, a largo plazo, puede aumentar el riesgo de infecciones, alergias y problemas respiratorios, además de reducir la eficiencia de la oxigenación del cuerpo.
Causas de la respiración oral
Hay varias razones por las que una persona puede empezar a respirar por la boca, algunas relacionadas con problemas físicos y otras con hábitos que, sin darnos cuenta, afectan a nuestra salud. Si tú o tus hijos experimentan dificultades para respirar por la nariz, puede ser por:
- Problemas estructurales como el tabique nasal desviado, las amígdalas inflamadas, que obstruyen las vías respiratorias.
- Alergias o congestión crónica que dificultan la respiración nasal, cornetes inflamados y nos acostumbran a usar la boca.
- Hábitos orales como chuparse el dedo o el uso prolongado de chupetes en la infancia, que pueden alterar la estructura de la mandíbula y favorecer la respiración oral.
Algunas de estas causas son temporales, mientras que otras pueden requerir una intervención para corregirlas. Si te identificas con alguna de estas situaciones, puede ser un buen momento para hacer una revisión en profundidad y plantearte un tratamiento adecuado
Características faciales del respirador oral
El “rostro del respirador oral” es un patrón que se desarrolla debido a los cambios en el crecimiento y desarrollo facial provocados por la respiración constante a través de la boca, que obliga a la lengua a adquirir una posición baja dentro de la boca.
Algunas características incluyen:
- Cara alargada y angulosa, con maxilares que tienden a ser estrechos.
- Labios entreabiertos y ligeramente secos.
- Ojos cansados o con ojeras debido a una oxigenación deficiente.
- Mandíbula retraída y dientes desalineados, lo que puede influir también en la asimetría facial y la salud dental.
Impacto de la respiración oral en la salud
Postura y desarrollo corporal
La respiración oral puede tener un impacto en la postura, sobre todo en niños que están en pleno desarrollo. Los que respiran por la boca tienden a adelantar la cabeza para que el aire entre con más facilidad, lo que puede afectar a la estructura corporal a largo plazo. Esto no solo influye en la estética, sino también en el rendimiento físico, ya que un desequilibrio postural suele provocar molestias musculares y reduce la eficiencia de la oxigenación en el organismo.
Salud bucodental y caries
Al respirar por la boca, seca la boca, el flujo de saliva se reduce, lo cual provoca que la boca se reseque y se vuelva más propensa a la acumulación de bacterias. Esta situación incrementa el riesgo de caries, gingivitis y mal aliento. Además, el hábito de respirar oralmente puede llevar a una desalineación de los dientes, lo cual influye en la forma en que masticamos y puede hacer más difícil mantener una buena higiene bucal.
Rendimiento y oxigenación
No obtener suficiente oxígeno a través de la respiración nasal afecta tanto al cuerpo como a la mente. Los adultos que respiran por la boca y duermen con la boca abierta pueden sentir más fatiga y somnolencia durante el día, y en los niños, este problema se asocia a dificultades de concentración en el colegio. Esto se debe a que la respiración nasal permite una mayor oxigenación y activa funciones cerebrales que no se activan de la misma manera con la respiración oral.
Apnea del sueño
Uno de los riesgos más graves asociados a la respiración oral es el desarrollo de apnea obstructiva del sueño. Este trastorno ocurre cuando las vías respiratorias se obstruyen parcialmente durante el sueño, provocando pausas en la respiración que pueden durar entre segundos y minutos.
Las personas que respiran por la boca tienden a tener un tono muscular más bajo en la zona de la garganta y lengua, lo cual favorece el colapso de las vías respiratorias mientras duermen. Esta condición no solo afecta la calidad del sueño, sino que también se ha relacionado con problemas de salud graves, como hipertensión, enfermedades cardiovasculares y un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares.
Para quienes sospechan de apnea del sueño, es crucial acudir a un especialista para una evaluación y tratamiento adecuados.
El papel del odontólogo en el tratamiento de la respiración oral
Como odontólogos, tenemos un papel crucial en el tratamiento de la respiración bucal. Algunos de los tratamientos que realizamos en consulta son:
- Dispositivos orales: Uno de los tratamientos más efectivos en el caso de apnea del sueño leve a moderada y problemas de respiración oral es el uso de férulas o dispositivos que ayudan a mantener la mandíbula en una posición que facilita la respiración nasal. Estos dispositivos evitan que la lengua bloquee las vías respiratorias durante la noche.
- Ejercicios miofuncionales: Realizamos ejercicios específicos (como cierre de labio o respiración alterna) para entrenar los músculos de la lengua y la mandíbula, mantener una correcta postura y promover la respiración nasal. Estos ejercicios también ayudan a reducir la apertura bucal durante el día y la noche, mejorando el patrón respiratorio.
- Expansión maxilar: En los niños, un tratamiento común para mejorar la respiración es la expansión maxilar. Este procedimiento, realizado con un aparato ortodóntico, ayuda a ensanchar el paladar y aumenta el espacio de las vías nasales, facilitando la respiración nasal y corrigiendo problemas de alineación dental.
- Reeducación de hábitos: Los odontólogos especializados en RMR también colaboramos con logopedas y fisioterapeutas para reeducar los patrones respiratorios y ayudar al paciente a recuperar una respiración nasal saludable y eficiente.
La respiración oral puede parecer algo menor, pero tiene un impacto profundo en nuestra salud general. A través de un tratamiento personalizado y un enfoque holístico como el que ofrece la Rehabilitación Masticatoria-Respiratoria, es posible mejorar este hábito y disfrutar de una vida más saludable y plena.
Recuerda que la odontología no solo se centra en los dientes, sino en el bienestar general, y cada pequeño cambio en nuestros hábitos puede significar un gran paso hacia una mejor salud. Si te has sentido identificado con este artículo, te animo a que agendes tu cita y te ayudaré a comenzar el camino hacia una respiración y una salud óptima.
La doctora Sara Hawkins es licenciada en odontología y ortodoncista de categoría Invisalign Diamond Provider. Actualmente es directora médica en Clínica dental CeoDent en el Barrio de Hortaleza de Madrid donde atiende consultas privadas. La doctora es Miembro de la Sociedad Española de Ortodoncia y la Asociación Española de Especialistas en Ortodoncia. Sara es una apasionada de su trabajo, y se mantiene constantemente actualizada en su campo para ofrecer un servicio odontológico de primer nivel.